Título original: The Road To Rome: Italian Campaign 1943-1944
Autor: Ken Camel
Enlace original: www.flamesofwar.com
Traducción: Marcos García (Kushtar)
La campaña italiana (1943-44)
Extraído de la Wargames Illustrated #271
Cassino
Conjuntamente con los primeros intentos aliados de romper el cerco en la cabeza de playa de Anzio, el Cuerpo Expedicionario francés y el II Cuerpo norteamericano pasaron a la ofensiva para arrebatar de manos alemanas el control de Cassino. Los franceses trataron de flanquear el monasterio por el noreste, pero se toparon con la 5ª Gebirgsjägerdivision (División de montaña). La 34ª División de Infantería americana intentó durante tres días cruzar el río Rapido y entrar en el pueblo de Cassino, sin éxito.
Finalmente, apoyada por los tanques, la 34ª División aseguró una pequeña cabeza de puente al otro lado del río y luchó palmo por palmo para llegar al pueblo. Así se pudo liberar a la 36ª División de Infantería, para que asaltasen las montañas en el hueco dejado entre la 34ª División y la Fuerza Expedicionaria francesa. Durante la siguiente semana las fuerzas aliadas sufrieron para ir abriéndose paso de colina en colina.
A principios de febrero se detuvo la ofensiva. Los alemanes desplazaron a la 90ª Panzergrenadierdivision de la línea del frente para reforzar las posiciones alrededor de Cassino. Los aliados se retiraron a posiciones más defendibles y así terminó la primera batalla de Cassino.
Operación Fischfang
De vuelta en Anzio los alemanes contraatacaron. Conocida como Operación Fischfang, el ataque empezó el 16 de febrero con la intención de sacar a los aliados de la playa. Con una punta de lanza formada por la 3ª División Panzergrenadier y la 715ª Infanteriedivision, el ataque se concentró en la carretera de Anzio contra la 45ª División de Infantería en un intento por dividir la cabeza de playa en dos. Se llevaron a cabo también ataques secundarios de distracción contra los flancos ocupados por la 56ª Division británica y la 3ª División estadounidense.
Al final del primer día la Operación Fischfang no había logrado ningún avance significativo en las líneas aliadas. Las elevadas bajas alemanas obligaron al alto mando a ir rotando las unidades involucradas en los asaltos durante los siguientes tres días.
Aunque casi lograron atravesar las defensas de la 45ª División de Infantería, al final la cabeza de playa fue reforzada cuando desembarcaron las unidades de apoyo mantenidas en reserva. El 19 de febrero se dio por concluida la operación.
Segunda batalla de Cassino
El 14 de febrero el II Cuerpo estadounidense había sido reemplazado por el II Cuerpo neozelandés. En esta unidad estaba la 2ª División de Infantería neozelandesa, la 4ª División de Infanteria hindú y la 78ª División de Infantería británica. Como el II Cuerpo americano casi había llegado al monasterio durante su último ataque, el plan neozelandes para ocupar Cassino siguió las mismas directrices.
El 17 de febrero la 4ª División hindú había ocupado las posiciones de las 34ª y 36ª Divisiones de Infantería estadounidenses, mientra que la 2ª División neozelandesa tendría que cruzar el Rapido y avanzar hacia el pueblo de Cassino una vez más. Tanto los ataques hindú como neozelandés fueron un fracaso. Un Batallón Maorí consiguió entrar en Cassino, pero fue expulsado con rapidez por un contraataque alemán en la mañana del día 18 de febrero.
Tercera batalla de Cassino
Con Anzio asegurado tras el fracaso del contraataque alemán, los aliados se sintieron con fuerzas para lanzar un nuevo ataque contra Cassino con más éxito. Se iniciaron los preparativos para un tercer asalto. No obstante, los alemanes habían reemplazado a la ahora exhausta 90ª Panzergrenadierdivision con la fresca y experta 1ª Fallschirmjägerdivision.
El ataque empezó el 15 de marzo con el controvertido bombardeo del monasterio. Una lucha feroz por las montañas entre los Fallschirmjäger y los Gurkhas hindús dejó a ambos bandos agotados. La lucha en el pueblo de Cassino se mantuvo con total intensidad durante casi una semana, pero el 23 de marzo el general Freyberg, comandante del II Cuerpo neozelandés, logró consolidar sus escasos progresos y se puso fin a la tercera batalla de Cassino.
Operación Diadema
Mientras aún se combatía con fiereza a lo largo de la línea Gustav, el general Alexander, comandante de las fuerzas aliadas en Italia, empezó a planear un último asalto que la partiese en dos.
La pesadilla logística de abastecer a los ejércitos combinados británico y estadounidense se palió en cierta medida al destinar a todas las fuerzas con equipo inglés al 8º Ejército y a todas las unidades con equipo americano al 5º Ejército. La única excepción fueron las dos divisiones británicas que seguían en Anzio.
Después a cada ejército se le dieron unas tareas muy concretas. El 8º Ejército debía asaltar Monte Cassino y abrir una cuña a través del valle Liri, mientras que el II Cuerpo del 5º Ejército tendría que abrirse paso por la costa occidental para atacar Anzio. Por último, el VI Cuerpo estadounidense tendría que romper desde dentro el asedio de Anzio cuando las reservas alemanas fuesen desviadas hacia el sur, por los ataques directos contra la línea Gustav.
La Operación Diadema empezó con una barrera artillera de unos mil cañones el día 11 de mayo. Al principio no hizo más que imitar los resultados de otros ataques anteriores. La 8ª División hindú cruzó el río Rapido, pero con unas bajas insufribles. La resistencia enemiga era tan intensa como lo había sido contra la 36ª División estadounidense. Más cerca de Cassino la 4ª División británica lo estaba pasando aún peor, incapaz de salvar el curso del río durante tres días.
Dos divisiones americanas de refresco, la 85ª y la 88ª, empezaron el asalto por la costa occidental en la mañana del día 12 de mayo, encontrándose con una resistencia igual de férrea. Un Cuerpo Polaco con la 3ª División de los Cárpatos y la 5ª División de Infantería de Kresowa, apoyado por la 2ª Brigada Acorazada polaca, lanzó un cuarto asalto contra el monasterio. También se toparon de lleno con la obstinada resistencia de la ya legendaria 1ª Fallschirmjägerdivision.
Pero hubo dos factores que cambiaron las tornas respecto a los tres meses anteriores. Ahora había disponibles más cañones y nuevas divisiones de refresco para apoyar cualquier ruptura de la línea, además de contar con las tropas de montaña del Cuerpo Expedicionario Francés.
El CEF logró cruzar las montañas e infiltrarse entre las posiciones de la 71ª Infanteriedivision alemana. En los dos primeros días ya habían hecho avances prodigiosos. Al amenazar toda la defensa alemana tanto en la costa occidental como en el valle Liri, la línea Gustav empezó a combarse.
El resto del Cuerpo Expedicionario Francés fue enviado a reforzar esta brecha, amenazando aún más la integridad de toda la línea de defensa. Las reservas alemanas fueron enviadas al sur. El general Alexander vio esto como la señal para sacar de la reserva al I Cuerpo Canadiense, que reforzó y expandió la pequeña cabeza de playa ganada por la 8ª División hindú. La 78ª División británica fue enviada a reforzar al exhausto XIII Cuerpo.
La respuesta alemana a la penetración francesa fue desviar a la 90ª Panzergrenadierdivision y a la 26ª Panzerdivision, que estaban apoyando la defensa de Cassino, para frenar el avance francés. Este súbito repliegue de toda la línea defensiva en las montañas obligó a Kesselring a autorizar una retirada general hacia la línea Hitler.
Un segundo ataque del Cuerpo Polaco, unido a la retirada escalonada de la 1ª División Fallschirmjäger hacia la línea Hitler, por fin dejó el monasterio de Cassino en manos aliadas. El II Cuerpo Estadounidense también avanzó por la costa siguiendo de cerca la retirada alemana. La operación francesa en las montañas había roto la línea Gustav, pero el geneal Alexander aún se guardaba una sorpresa.
Operación Búfalo
Al amanecer del día 23 de mayo otra demoledora barrera artillera aliada cayó sobre las defensas de la ciudad de Cisterna. Se lanzó un asalto generalizado desde todos los puntos de la cabeza de playa de Anzio a cargo de la 1ª División Acorazada, la 3ª División de Infantería y la 1ª Fuerza de Servicios Especiales estadounidenses. La resistencia inicial fue intensa y los campos de minas alemanes se cobraron un fuerte tributo entre los blindados y cazacarros americanos. Pero al atardecer la FSE había cortado la Autopista 7 al sur de Cisterna, y todas las unidades involucradas en el asalto habían logrado sus objetivos principales.
Más de 700 misiones aéreas fueron autorizadas sobre Cisterna y otros objetivos más lejanos. Al caer la noche la 1ª División Acorazada había cruzado la vía férrea Cisterna-Campoleone y atravesado la línea defensiva alemana.
Los informes alemanes al acabar el día indicaban que la 362ª Infanteriedivision, (enfrentada a la 1ª Acorazada norteamericana) había perdido casi el 50% de su potencial de combate, y que dos regimientos de la 715ª Infanteriedivision (enfrentada a la 3ª de Infantería y la FSE) habían quedado reducidos al 40%. La Fallschirmpanzerdivision Hermann Göering, totalmente reequipada y destinada en un principio a Francia, fue desviada a toda prisa hacia el sur para taponar la brecha.
El 14º Ejército Alemán solicitó que fuerzas de combate adicionales del I Cuerpo Paracaidista, que mantenía la línea al norte, fuesen desviadas hacia el sur para reforzar las maltrechas fuerzas del LXXVI Panzerkorps en el frente de Cisterna. Pero los ataques conjuntos de la 1ª y 5ª Divisiones británicas, junto con la 45ª Divisón estadounidense, retrasó su partida .El general von Mackensen, comandante del 14º Ejército, era muy consciente de su precaria situación, pero tuvo que denegar una solicitud para retirar sus fuerzas del amenazado flanco izquierdo en Cisterna.
Al día siguiente la 1ª Acorazada y la FSE aumentaron el terreno ganado al otro lado de la vía férrea de Cisterna, en un empuje imparable que los llevó a cortar la Autopista 7 también al norte de la ciudad, mientras que la 3ª División de Infantería americana cerraba el cerco. Cisterna cayó al día siguiente, dejando casi un millar de prisioneros alemanes.
Al atardecer del 26 de maño la 3ª División y la FSE se encontraban en las estribaciones de las montañas Lepini. La 1ª División Acorazada se situó a medio camino entre la entrada al valle Velletri Gap y su objetivo, la Autopista 6.
Los avances nocturnos llevaron a la 1ª División Acorazada a dos millas de Velletri al salir el sol. La caballería motorizada de la 3ª de Infantería se lanzó de cabeza a la Garganta de Velletri sin detenerse hasta Artena, a apenas 5 km. de Valmontone y la Autopista 6.
Con Artena capturada el 27 de mayo, el avance del VI Cuerpo se detuvo temporalmente. Se estaban rediseñando los planes de avance del 5º Ejército, y los alemanes se habían empezado a recuperar de la confusión de su retirada precipitada. En concreto los Aufklarungs de la Fallschirmpanzerdivision Hermann Göring ya estaban en la zona de Valmontone y lanzaron varios contraataques contra la Fuerza Operativa Howze (compuesta por elementos de la 1ª División Acorazada y la 3ª de Infantería). El grueso del VI Cuerpo fue desviado directamente hacia Roma y el empuje hacia la Autopista 6 se dejó en manos de la 3ª División, la Fuerza Operativa Howze, y la Fuerza de Servicios Especiales.
Aunque al final había tenido éxito, el desembarco en Anzio había salido muy caro en hombres y material. En los primeros cinco días de cabeza de playa las bajas habían superado los 4.000 hombres. Las pérdidas blindadas sobrepasaban los 80 tanques y cazacarros sólo durante el primer día. No obstante, el punto muerto al sur de Roma se había roto por fin y los 10º y 15º Ejércitos alemanes se retiraban hacia el norte. La Ciudad Eterna fue capturada el 3 de junio de 1944.
La Autopista 6 o Roma
Se ha escrito mucho acerca de por qué el general Clark cambió la dirección de su ataque el 25 de mayo. En una de las acciones más controvertidas de toda la campaña, Clark desvió el grueso de su ofensiva, de cortar la Autopista 6 al noroeste, a avanzar directamente hacia las fauces de la línea defensiva del 10º Ejército alemán en los montes Albanos. Ríos de tinta han corrido por su vanidad, su desprecio por las órdenes de Alexander, las quejas de sus comandantes de campo y sus ansias por acaparar los titulares sobre la captura de Roma dejando escapar al 10º Ejército alemán.
No obstante, dos comunicados Top Secret Ultra interceptados durante su avance pueden arrojar algo de luz adicional. Clark sabía que la bien equipada Fallschirmpanzerdivision Hermann Göring había sido enviada para cerrar la brecha en Valmontone y que los alemanes habían ordenado al grueso de sus fuerzas acorazadas en los montes Albanos que se dirigiesen hacia allí. Esta información podría haber motivado un cambio de planes, modificando su ataque para tratar de adelantarse al movimiento enemigo.
No podía saber que la Hermann Göring iba a ser sorprendida en campo abierto por la aviación aliada, ni que la orden de desplazar a los tanques y cañones antitanque alemanes nunca iba a llegar a su destino debido a los fallos de las líneas de comunicación. Aunque son mera especulación, estos hechos podrían justificar las decisiones de un comandante táctico sobre el terreno durante una batalla, y que un comandante de ejército guardase el secreto de una información Top Secret Ultra, en lugar de guiarse meramente por el ansia de ser el libertador de Roma.
Noticias en la última página
La caída de Roma y el desembarco aliado en Normandía dos días después, desplazaron a Italia al cuarto puesto de las prioridades americanas en la planificación de la guerra, lo que relegó a esta campaña a las últimas páginas de los diarios. A medida que los recursos bélicos se desviaban principalmente al frente europeo, el Pacífico e incluso la Unión Soviética, el penoso avance por Italia se prolongó durante todo el año 1944. Más ríos, más montañas y más tiempo de perros se combinaron con la tenaz defensa alemana para frenar el avance aliado, convirtiéndolo en una empresa ardua, metódica y muy costosa para ambos bandos.
Se libraron cientos de batallas cada día por toda la península italiana a medida que los 5º y 8º Ejércitos aliados avanzaban hacia los Alpes y finalmente la puerta sur del Tercer Reich. Las órdenes de Hitler de aferrarse a los recursos del norte de Italia mantuvieron a los 10º y 15º Ejércitos alemanes enzarzados durante meses en duros combates con los ejércitos aliados de diez países diferentes. El baño de sangre aún continuaría durante un año más.
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