Aprovechando la bajada de precio de 40 a 25 euros de los Caballeros de Leyenda de la marca italiana Kabuki Models, me lancé a la compra del que siempre me había parecido el mejor de toda la gama: el Caballero de Vapor. La idea era quitarle la guadaña y ponerle un filo de kopesh de la marca polaca Scibor Miniatures, para "egiptizarlo" un poco con vistas a mis Mil Hijos, pero se me cortó el rollo por la inminente salida a la venta el mes que viene del Caballero del Escarabajo, que es un paladín egipcio perfecto y también una figura genial de gran detalle.
Pero como ya tenía esta figura en casa, pues que menos que montarla. El envío llegó en una semana y en un sobre acolchado certificado, dentro del cual venía el blister de la miniatura.
Las piezas vienen bastante bien en cuanto a rebabas y bebederos, siendo muy pocos los que hay que quitar para limpiarlas. La peor es la guadaña, la pieza más delicada, que tiene bebederos en ambos extremos y una larga rebaba a lo largo de su mango. Cuidado con las hombreras, pues llevan colgando de los laterales unas telas raídas que pueden ser confundidas con "flecos" sobrantes de la resina del molde (yo estuve a punto de quitarlas, hasta que miré las fotos de la página web).
La miniatura incluye una peana de plástico con reborde, dentro de la cual se encaja la base escénica donde se pegará. Siempre es una buena idea, pero más en este caso que la figura se sustenta sobre un único pie, taladrar unos agujeros en base y pierna para ponerle un pasador metálico que la aguante. Yo uso broca de 1mm para metal y clips normales de papelería que voy cortando a medida con unos alicates de corte. Esta resina me sorprendió por su dureza, ya que tuve que darle más caña de la habitual para poder perforar ambos agujeros.
Como habéis visto en el despiece anterior, al venir en tan pocas piezas la miniatura se monta en poco tiempo. Además encajan a la perfección y la resina pega de maravilla con cianocrilato, lo que acelera en gran medida el proceso. Eso sí, recomiendo seguir estos pasos para montar los brazos, porque si no la colocación de las hombreras a posteriori se complica muchísimo: pegar la hombrera izquierda (la del ángel) en el brazo izquierdo, pegar el brazo izquierdo al cuerpo, pegar el brazo derecho al cuerpo, comprobar que las manos (que vienen incluidas en el asta de la guadaña) coinciden bien con la posición de los brazos y si no corregirlos ligeramente, pegar la guadaña y, por último, pegar la hombrera derecha (la de la calavera) en el brazo derecho.
El único detalle que me chirría de la miniatura son los tubos que salen de su espalda para ir soltando el vapor que da nombre al caballero. Quizá no me produjesen tanto rechazo si fuesen algo más pequeños y discretos, pero el pobre lleva en la espalda cuatro chimeneas que debe ser un auténtico dolor de muelas. Pero la figura es así, aunque yo creo que no pasaría nada por quitarlos. A continuación la podéis ver terminada, con todo lujo de detalles (que son muchos y muy delicados, en todas partes de la armadura: desde calaveras minúsculas a grabados geométricos o remaches).
Es todo un acierto y detalle para con los clientes que Kabuki Models haya pegado un bajón tan drástico a sus precios de los Caballeros de Leyenda. Por 40 euros eran prohibitivos, pero por 25 te puedes llegar a plantear hacerte con una de estas figuras de edición limitada (en teoría a 500 unidades, aunque la mía no venía numerada, la casilla estaba en blanco) para utilizarla como personaje principal de tu ejército de Marines o Caos, o simplemente para pintarla al nivel que se merece y dejarla expuesta en tu vitrina.
Kushtar
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