Mierce Miniatures se ha convertido en una constante en este blog desde que heredó de la difunta Maelstrom Games el rango de figuras de BaneLegions y lo utilizó como núcleo para lanzar su reglamento de fantasía a 28 mm llamado Darklands. La campaña de captación de fondos arrasó con todo y muchos conseguimos figuras nuevas o ya existentes en catálogo a precios de risa floja. En ese momento aproveché para hacerme con una miniatura a la que le había echado el ojo hacía tiempo y que me parecía perfecta para usar de Throgg, el Rey Troll, en mi ejército de Guerreros del Caos. Esa miniatura era Vörtun, Troll Jarl, que por fin está en mis manos.
El envío, como siempre, ronda la semana desde Inglaterra. Esta vez la caja de la figura no está tan cuidada como en el caso de las enviadas por Maelstrom Games, sino que es un simple embalaje de cartón. Me imagino que esto obedece a que Mierce no puede, o no quiere, seguir usando las antiguas cajas de Maelstrom con todos sus logotipos ya obsoletos.
La figura en sí está compuesta por pocas piezas, en resina plástica, ya que el cuerpo viene en un solo molde, aunque también hay varias piezas más pequeñas de adorno como cuernos, huesos y el taparrabos. Incluida con la miniatura viene una peana redonda de Templar's Forge (la marca de figuras que ya poseía Mierce Miniatures antes de hacerse con las de BaneLegions) de 60 mm de diámetro.
En la foto anterior ya se pueden apreciar casi todos los bebederos de la resina que trae la figura, que son bastantes y en algunos casos tirando a toscos. Hay que tener cuidado al quitar los del taparrabos y la hombrera, especialmente, ya que están sobre esquinas muy finas que podrían romperse o cortarse por un sitio equivocado. Otros, como el del filo del hacha, son bastante toscos como ya he dicho y no hay más que pegar un corte limpio (por el sitio adecuado, eso sí).
La sorpresa al quitar el bebedero de la entrepierna de Vörtun es que el cacique troll tiene unos huevazos del tamaño de pomelos. En la foto podéis apreciar el poligonal testículo que sobresale tras el taparrabos de la bestia; la inclusión de estos detalles siempre es de agradecer, porque las razas que se reproducen por esporas no son tan abundantes y ya tenemos a Disney para dibujarnos a gente sin pezones.
El montaje, como ya he dicho, es muy sencillo. Una vez eliminados los bebederos de la resina las piezas encajan realmente bien y no hay muchas que poner: los dos brazos, la hombrera, el taparrabos con el escudo y los adornos que dan más volumen a la figura (los dos cuernos de hueso que lleva en la hombrera, y los trofeos óseos que cuelgan de su collar y que ayudan a reforzar la sensación de movimiento). El conjunto es un imponente troll babeante, con una macheta tan grande como un hombre y al que nadie querría encontrar en un callejón oscuro. En la foto podéis ver la comparativa de tamaños con uno de los antiguos trolls del Caos de Games Workshop.
Mierce Miniatures tiene algunas figuras realmente espectaculares, cosa que habréis comprobado si seguís el blog porque personalmente me encantan y pongo fotos o noticias sobre ellas siempre que me es posible. Los precios no son precisamente populares (ahora con el Kickstarter de Darklands sí empiezan a hacer packs de inicio con regimientos completos que salen bien de precio, pero los personajes especiales o los monstruos individuales siguen siendo carillos), pero merece la pena hacerse con uno de vez en cuando porque destacan sobre las demás figuras. Y a veces, comparadas con otras marcas, son incluso baratas: en mi caso que lo quiero para usar de Throgg el Rey Troll (51 p*t*s euros en Citadel Finecast), pagué por él 20 libras (23,50 euros) en la campaña de financiación del año pasado y su PVP oficial en la web tampoco es mucho más elevado. Satisfacción total.
Kushtar
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