viernes, 29 de noviembre de 2013

Artículo: La batalla de Ortona

Traducido con permiso expreso de FoW
Título original: The Battle for Ortona
Autor: Richard Chambers
Enlace original: www.flamesofwar.com
Traducción: Marcos García (Kushtar)

“El 20 de diciembre los canadienses habían llegado a los arrabales de Ortona, pero no fue hasta tres días después de Navidad, tras una lucha feroz, que la ciudad quedó libre de enemigos. Esta fue la primera gran batalla urbana de la guerra y de ella se aprendieron muchas lecciones.”
~ Winston Churchill, "The Second World War, Vol. V, Closing the Ring"

“Antes de Ortona todo era un cuento de niños.”
~ General Chris Vokes, Comandante divisional, 1ª División de Infantería canadiense


La batalla por la pequeña ciudad de Ortona en diciembre de 1943 fue el acto final de una campaña de seis meses de duración, llevada a cabo por la 1ª División de Infantería y la 1ª Brigada Blindada canadienses a lo largo de Sicilia e Italia.

Fue una batalla que los canadienses no pensaban librar, en un pueblo sin valor estratégico real y en la que se verían enfrentados a una de las unidades alemanas más poderosas, motivadas y curtidas de todo el Mediterráneo: la 1ª División de Fallschirmjager (Paracaidistas). Este enfrentamiento épico llegaría a ser conocido entre los aliados occidentales como "La Pequeña Stalingrado".


Los combatientes y el entorno
Los canadienses, como parte del famoso Octavo Ejército de Montgomery y apoyados por la Fuera Aérea del Desierto, habían participado en los desembarcos de Sicilia (10 de julio de 1943) y de la Italia peninsular (3 de septiembre de 1943).

Como punta de lanza los canadienses avanzaron 75 millas en la primera semana de campaña en Italia a pesar del mal tiempo, las malas carreteras y las acciones enemigas. A finales del primer mes en suelo italiano, con la mayor parte del sur del país en manos aliadas incluyendo los vitales aeródromos de Foggia, se empezaron a formular planes para avanzar sobre el objetivo más importante del país: Roma. El Quinto Ejército estadounidense ascendería desde Nápoles, por toda la costa occidental. 

En la costa oriental, separado por los casi impenetrables Apeninos, el Octavo Ejército tendría que mantener el ritmo del Quinto y obligar a los alemanes a dividir sus efectivos para hacer frente a ambos avances.

En noviembre de 1943 los aliados habían llegado a las líneas Gustav y Bernhard, una serie de posiciones defensivas bien fortificadas donde los alemanes habían cortado todos los caminos a Roma y estaban dispuestos a dar la cara. Los aliados llamaron a estas posiciones "La Línea de Invierno" y empezaron a preparar una gran ofensiva para cruzarla.


El plan, desarrollado por el Mariscal de Campo Alexander, pretendía que el Octavo Ejército lanzase el primer golpe de un uno-dos clásico. Cruzando el ancho río Sangro y tomando las alturas que había al otro lado, las fuerzas de la Commonwealth tendrían una base sólida desde la que avanzar con rapidez sobre el enemigo desorganizado, ascender por la costa hasta conquistar la ciudad de Pescara, y luego girar al oeste por el valle de Avezzano para tomar Roma.

Enfrentados a este avance imparable los alemanes se verían obligados a desplazar a las divisiones frente al Quinto Ejército, en la Línea Gustav, para frenar el avance de Montgomery hacia Roma. Al debilitar esta posición defensiva, las tropas del general Mark Clarke quedarían libres de descargar el golpe final y abrir brecha en las líneas germanas en Cassino, para luego unirse a la invasión anfibia planeada tras las líneas del Eje en Anzio.

Montgomery afirmó: "De hecho, los alemanes están justo donde los queremos. ¡Ahora les daremos un golpe realmente demoledor!".


Pero por ahora la soleada Italia era de todo menos eso. Una lluvia gélida había convertido el paisaje en un mar de barro y los ríos, como el Sangro, eran torrentes indomables. La "suave barriga" de Europa se había convertido en una seria indigestión. Alexander y los demás comandantes aliados también habían subestimado enormemente a los alemanes, que igualaban en número a los aliados, y que además tenían la ventaja de defender un terreno montañoso que parecía pensado expresamente para tal fin.

El ataque a través del Sangro se llevó a cabo el 28 de noviembre a cargo de la 78ª División británica, la 8ª División india y la 2ª División neozelandesa, apoyadas por los tanques de la 4ª Brigada Blindada inglesa. El éxito inicial hizo que Montgomery alardease diciendo "El camino a Roma ya está abierto". Las tropas alemanas y los tanques de la 26ª División Panzer y la 90ª División de Granaderos Panzer contraatacaron con rapidez y frenaron el ataque casi en seco. Luego realizaron un repliegue ordenado hasta el siguiente río, el Moro, unas siete millas al norte. El coste de este pequeño logro para los aliados fue el desgaste absoluto de la mayor parte de sus divisiones lanzadas a la ofensiva.


Sin reservas reales de las que echar mano, Montgomery desvió a la 1ª División de Infantería canadiense hacia la costa, reemplazando a la 78ª División británica, con órdenes de continuar el ataque. A estas alturas ya debía haber quedado claro que la supuesta operación relámpago para tomar Roma era un fracaso, pero Monty estaba decidido a sangrar a los alemanes en una batalla de desgaste, con la creencia de que esto los obligaría a desviar tropas del oeste al este de Italia.

El 6 de diciembre de 1943 los canadienses, sin apoyo artillero para tener el factor sorpresa, se lanzaron a cruzar el Moro y su punta de lanza, el regimiento Hastings y Príncipe Eduardo, fue el único capaz de obtener una pequeña cabeza de puente. A partir de este punto los canadienses empezaron a empujar lentamente a los alemanes hacia su siguiente reducto formidable, un surco de tierra de apariencia insignificante que casi no aparecía en ningún mapa. Este pequeño valle, que en realidad tenía cinco kilómetros de ancho y casi 20 de largo, pronto sería bautizado como "la Quebrada".


Allí, en condiciones similares a las que sus padres habían sufrido en los días más negros de la Gran Guerra, la 1ª División de Infantería canadiense se enzarzaría en una serie de asaltos frontales contra las tropas atrincheradas de la 90ª División de Granaderos Panzer y la 1ª División de Fallschirmjager. La batalla de la Quebrada se prolongaría durante ocho días y luego, tras la disciplinada retirada de los paracaidistas alemanes al pequeño pueblo de Ortona a una milla hacia el norte, degeneraría en una lucha brutal casa por casa hasta el 28 de diciembre de 1943. Los combates no cesaron hasta que, agotados ambos bandos por la lucha sin cuartel, se acordó un breve alto el fuego invernal hasta el 4 de enero de 1944. Espoleados por la presión en el oeste italiano y el ego de Adolf Hitler, estos hombres hicieron que la batalla de Ortona adquiriese unos tintes épicos hasta ser conocida como "La Pequeña Stalingrado”.


1ª División de Infantería canadiense
Cuerpo de infantería canadiense
• Regimiento de Infantería Ligera Saskatoon (SLI) - Grupo de apoyo de la brigada

1ª Brigada de Infantería canadiense
• Regimiento Real Canadiense (RCR)
• Regimiento Hastings y Príncipe Eduardo (Hasty P's)
• 48º Regimiento de Highlanders canadienses (the Glamour Boys)

2ª Brigada de Infantería canadiense
• Regimiento de Infantería Ligera Princesa Patricia (the Patricias)
• Regimiento de Highlanders canadienses de Seaforth (the Seaforths)
• Regimiento de Edmonton Leal (the Loyal Eddies)

3ª Brigada de Infantería canadiense
• 22º Regimiento Real (the Van Doos)
• Regimiento Carleton y York
• Regimiento de Nueva Escocia occidental (the West Novas)

1ª Brigada Blindada canadiense
• 11º Regimiento Blindado canadiense (the Ontario Tanks)
• 12º Regimiento Blindado canadiense (the Three Rivers Tanks)
• 14º Regimiento Blindado canadiense (the Calgary Tanks)

Artillería Real canadiense
• 1er Regimiento de Campo (Royal Canadian Horse Artillery)
• 2º Regimiento de Campo
• 3er Regimiento de Campo
• 1er Regimiento Antitanque
• 2º Regimiento Ligero Antiaéreo


90ª División de Granaderos Panzer
La 90ª División de Granaderos Panzer comenzó como Divisions-Kommando z.b.V. Afrika, para luego ser rebautizada como Divisón z.b.V. Afrika, luego 90ª División de Infantería Ligera y por último (en este periodo de su existencia, al menos) la famosa 90ª División Ligera Afrika. Los aliados la consideraban una de las unidades más sobresalientes del Afrika Korps alemán de Rommel. Tras su campaña por todo el norte de África se retiró a Túnez con el resto de las fuerzas del Eje, antes de su rendición y eliminación el 12 de mayo de 1943.

La división fue reconstruida en las islas de Cerdeña, Córcega y Elba a partir de diversas unidades de servicio que no habían sido enviadas al frente, así como reclutas y heridos evacuados de África. En julio de 1943 fue bautizada como División Cerdeña y enviada a la Italia continental a finales de septiembre, donde siguió absorbiendo tropas de reemplazo y entrenando. Cuando estuvo plenamente formada recibió el nombre definitivo de 90ª División de Granaderos Panzer.

Su bautismo de fuego en Italia fue los días 5 y 6 de diciembre de 1943. Tras la batalla de Ortona tuvo que ser reconstruida de nuevo y seguiría luchando en Anzio, las líneas Gótica y César y el río Po. Fue destruida por completo cerca de Bolonia en abril de 1945.

En el momento de los hechos narrados la 90ª División de Granaderos Panzer estaba compuesta por:

• 200º y 361º Regimientos de Granaderos Panzer, cada uno compuesto por 3 batallones de infantería motorizada. Cada batallón tenía una generosa provisión de ametralladoras ligeras (59) y pesadas (12), tres cañones antitanque PaK 40 de 75 mm, seis morteros de 80 mm y cuatro de 120 mm.
• 190º Abteilung (Batallón) Panzer, compuesto presuntamente por dos compañías de tanques Panzer IV. 
• 190º Regimiento de Artillería
• 190º Panzerjäger Abteilung (Batallón Antitanque)
• 190º Batallón de Zapadores

Al principio de los combates la 90ª División estaba al mando del Teniente General Karl Hans Lungerhausen, pero fue reemplazado el 20 de diciembre de 1943 por el Teniente General Ernst-Gunter Baade. Una de las razones que se barajan para esta sustitución es que a esas alturas la 90ª PGD había quedado casi aniquilada por completo. A causa del uso repetido de la táctica habitual alemana de realizar contraataques frecuentes e inmediatos contra cualquier movimiento canadiense, los granaderos habían sufrido unas bajas atroces sobre todo a causa del fuerte apoyo artillero aliado.


1ª División de Fallschirmjager
La 1ª División de Fallschirmjager se creó oficialmente en abril de 1943 en el sur de Francia, como descendiente directa de la 7ª Fliegerdivision. Junto con la 2ª División de Fallschirmjager formaron el XI Flieger Korps, la reserva estratégica mediterránea del Oberkommando der Wehrmacht (OKW – el Alto Mando Alemán), una vez recuperadas tras un largo periodo de dura lucha en el frente oriental.

En julio de 1943, en plena invasión aliada de Sicilia, el XIV Panzer Korps pidió refuerzos para intentar repeler este ataque. La 1ª DFJ fue puesta en alerta inmediata. El 3er Regimiento, el 1er y 3er Batallones del 4º Regimiento y el Batallón de Ametralladoras fueron enviados por avión directamente desde el sur de Francia y lanzados en paracaídas sobre Catania. Las demás unidades volaron hasta Roma y luego fueron aerotransportadas hasta Sicilia.

Un dato interesante es que los Fallschirmjager aterrizaron en algunas de las mismas zonas de salto que los paracaidistas británicos que habían invadido la isla y, debido a los parecidos en sus uniformes (sobre todo en los cascos) se dieron algunos casos de identificación errónea. Luchando con determinación junto a sus camaradas de la Luftwaffe de la División Hermann Goering, la 1ª División de Fallschirmjager formó la retaguardia de otras unidades alemanas para permitir su huida de Sicilia, antes de replegarse con éxito ella misma la noche del 16 al 17 de agosto.


La división volvió a entrar en acción tras el desembarco británico en Calabria el 9 de septiembre. A medida que el Octavo Ejército avanzaba los paracaidistas alemanes fueron entrando poco a poco en combate en acciones aisladas, pensadas para ralentizar el avance aliado mientras se trabajaba en la "Línea de Invierno". Algunas unidades de la 1ª DFJ fueron enviadas a construir la Línea Gustav, mientras que otras, adscritas a la 29ª División de Granaderos Panzer, seguían con su repliegue ordenado mientras hacían pagar a los aliados un alto precio por cada paso que daban.

Los paracaidistas fueron retirados entonces a la zona central y más montañosa de toda la línea de fortificaciones. Se encontraban descansando en este lugar cuando Kesselring pidió que la 1ª División de Fallschirmjager reemplazase a la vapuleada 90ª División de Granaderos Panzer.


La 1ª DFJ, al mando del general Richard Heidrich (conocido como "Papá Heidrich” por sus tropas, y de quien los canadienses decían que se parecía mucho a Winston Churchill) estaba compuesta en aquel entonces por estas unidades:

1º FJR - 1er Regimiento Paracaidista (coronel Karl Schultz)
I Batallón (Mayor Wolf Werner Graf von der Schulenburg)
II Batallón (Mayor Kurt Groschke)
III Batallón (Mayor Karl Heinz Becker)

3er FJR - 3er Regimiento Paracaidista (coronel Sebastian Ludwig Heilman)
I Batallón (Mayor Rudolf Bohmer)
II Batallón (Capitán Ferdinad Foltin)
III Batallón (Mayor Rudolf Kratzert)

4º FJR - 4º Regimiento Paracaidista (coronel Erich Walther)
I Batallón (Capitán Herbert Christoph Karl Beyer)
II Batallón (Capitán Eduard Georg Hubner)
III Batallón (Mayor Franz Grassmehl)

I Fallschirm-Machinegewehr-Bataillon (Batallón de Ametralladoras) - Capitán Werner Herbert Schmidt

I Fallschirm-Panzerjäger-Bataillon (Batallón Antitanque) - Mayor Bruckner

I Fallschirm-Artillerie-Regiment (Mayor Schramm)

I Fallschirm-Pioneer-Bataillon (Capitán Ernst Fromming)

I Fallschirm-Flak-Abteilung


Los informes de inteligencia canadienses dijeron los siguiente sobre los Fallschirmjager:

“Por la forma en la que los emplean, es obvio que los alemanes consideran a sus 'Fallschirmjager’ como infantería de élite. Casi siempre los usan para mantener la línea hasta que se pueda habilitar una posición defensiva mejor, ocupada por infantería regular o Granaderos Panzer. A menudo también se los envía para solucionar alguna situación crítica. Esta utilización tan específica ha tenido un gran impacto en la organización y equipamiento de los paracaidistas: suelen estar muy bien abastecidos de ametralladoras, morteros y cañones antitanque, pero normalmente carecen de artillería propia. El apoyo blindado debe ser externo y no cuentan con tropas de reconocimiento mecanizado. El hecho de que estos "especialistas" hayan hecho acto de presencia en nuestro frente, para reemplazar a la desgastada 90ª  División PG nos da una clara idea sobre la intención y temores de nuestro enemigo.

Las características más notables de las tácticas defensivas de los paracaidistas son: tenacidad férrea, un ahorro extremo en personal (demostrado por su reluctancia a realizar contraataques), gran habilidad planeando retiradas ordenadas y dominio experto del camuflaje.” 



En los interrogatorios a los prisioneros del 22 de diciembre de 1943 los canadienses anotaron lo siguiente:

“Desde el 16 de diciembre se ha interrogado a unos 50 paracaidistas, entre los cuales había miembros de los tres regimientos involucrados. Estas tropas demostraron ser las más duras a las que nos hemos enfrentado y, desde luego, las más determinadas. A pesar de eso, aún así se puede distinguir entre dos tipos de paracaidistas: los buenos y los mejores. Los primeros son aquellos jóvenes que en su ansia por una vida militar y de aventuras, se unieron voluntariamente a esta dura rama de las Fuerzas Aéreas Alemanas, pero que no han estado en servicio el tiempo suficiente como para empaparse de la disciplina fanática y el absoluto sentimiento de seguridad de los demás. Unos pocos meses en un batallón de entrenamiento en Francia, que ni siquiera incluyó ningún salto real desde un avión, y ya han sido enviados al frente. La realidad de la guerra y su captura debe haber sido un repentino golpe para ellos, y estaban más que dispuestos a compartir los limitados datos que poseen.

El segundo tipo de paracaidista está formado por los veteranos de más edad que lucharon en Sicilia y Creta, y que, en algún momento de su carrera, sirvieron en el frente ruso. Estos hombres saben bien lo que se juegan y su disciplina, moral y confianza son excelentes. No es de extrañar que se los considere "tropas selectas" y se los envíe allá donde las líneas alemanas necesiten refuerzos. También es interesante ver la condescendencia con la que estos paracaidistas hablan de la infantería regular: "siempre lo estropean todo y somos nosotros, los paras, los que tenemos que arreglarlo". Este es el tipo mejor de FJ, el tipo que no abre la boca, sin importar lo que sepa o lo que no. Y son el tipo de tropa que los alemanes han puesto en primera fila para frenar a nuestras divisiones.”

Artículo: La batalla de Casa Berardi

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