Título original: RSI: 'San Marco' Naval Infantry Division
Autor: Francesco Mioni
Enlace original: www.flamesofwar.com
Traducción: Marcos García (Kushtar)
ITERUM RUDIT LEO
("Los leones rugen de nuevo", lema de la división San Marco)
Es bastante frecuente en los ejércitos modernos poner a una unidad el mismo nombre de alguna otra que haya logrado la fama. Una de las consecuencias más extrañas de esta costumbre tuvo lugar a partir del 8 de septiembre de 1943, cuando se podía escuchar el grito de batalla "¡San Marco!" a ambos lados de las líneas italianas.
Y es que mientras el Regimiento de Infantería de Marina "San Marco" (batallones “Grado” y “Bafile”) luchaba con los aliados como parte de la II Brigada, a principios de marzo de 1944 se creó en Grafenwohr, Alemania, la III División de Infantería de la República Social Italiana, que también fue bautizada con el nombre del santo patrón de Venecia.
El núcleo original se había formado en 1943 a partir de marinos que estaban estacionados en el mar Egeo el día del armisticio, con 400 Camice Nere (Camisas Negras) adicionales llegados de Grecia. Los hombres que completaron la nueva división provinieron principalmente de la Marina (sólo del famoso regimiento de infantes de marina "X Mas" ya acudieron 1.800 voluntarios) y se presionó a las Autoridades Militares de la RSI para que le diesen a esta división el mismo carácter y espíritu de camaradería que los famosos batallones "San Marco" de la antigua Marina Real.
Tal petición fue aceptada. El emblema de sus collarines pasó a ser un pentágono rojo, con un león de San Marco amarillo en la parte superior de las franjas rojas de su pechera, mientras que como nomenclatura de sus rangos se adoptó el sistema de los infantes de marina (maro') y sus oficiales. La única excepción fue el III Grupo Arditi Recce, que usaba el sistema del ejército terrestre. La designación de la división pasó a ser oficialmente División de Infantería Naval 'San Marco' y, para enfatizar aún más su carácter marinero, el grupo existente de Camisas Negras fue transferido a la división Littorio. Aún así, cabe reseñar que la San Marco formaba parte del ejército, no de la Marina, como se indica a veces erróneamente.
El 28 de noviembre de 1943 el general Aldo Princivalle se hizo con el mando de la San Marco en Grafenwohr, Alemania, donde había sido creada y entrenada. Llegaron varios contingentes adicionales desde Italia entre el 25 de marzo y el 5 de abril para completar sus filas, hasta un total estimado de 14.000 hombres.
Organización y equipo
Al igual que otras divisiones de la República Social Italiana, la San Marco quedó organizada en dos regimientos de infantería y uno de artillería, más varias unidades auxiliares de apoyo.
• Cuartel General de la división
Comandante: General Aldo Princivalle (de noviembre de 1943 a agosto de 1944), General Amilcare Farina (de agosto de 1944 a abril de 1945)
3er Batallón de Reconocimiento
3a Compañía Antitanque
3er Batallón de Ingenieros
3er Batallón de Señales
3er Batallón de Transporte
53er Batallón de Reemplazo
3a Sección de Policía Militar
• DVK 182
Deutsche Verbindungs Kommando, Unidad de Enlace Alemana
• 5º Regimiento de Infantería Naval
Compañía de Cuartel General
Columna Ligera
105ª Compañía de Cacciatori Carri (Cazacarros)
I, II y III Batallones de Infantería Naval
• 6º Regimiento de Infantería Naval
Compañía de Cuartel General
Columna Ligera
106ª Compañía de Cacciatori Carri (Cazacarros)
I, II y III Batallones de Infantería Naval
• 3er Regimiento de Artillería
1 grupo (batallón) con cañones 100/17 transportados por caballos.
3 grupos (batallones) con cañones de montaña 75/13 transportados por mulas.
La composición del batallón y su equipo eran los mismos, aunque se emplearon baterías de artillería naval pesada como apoyo a la San Marco durante su servicio en Liguria (cañones 149/19, 149/13 y 117). La principal diferencia era el III Batallón de Reconocimiento formado por comandos Arditi, en lugar de Bersaglieri como en las otras tres divisiones.
De vuelta a Italia
Como ya expliqué en el artículo sobre la Monterosa, a principios de julio de 1944 la concentración de buques y lanchas de desembarco aliadas en los puertos del sur de Italia y el norte de África causaba una gran preocupación entre los generales del Eje.
El gran número de tropas y recursos apuntaba a un más que posible desembarco en cualquier punto de la costa italiana, desde La Spezia a Savona, Niza, Toulon o Marsella. También se temía la posibilidad de un desembarco doble, uno principal y otro secundario como señuelo. Un hipotético avance aliado por la llanura de Padana desde la costa liguria, siguiendo el Ródano hacia Francia, era un objetivo lo bastante jugoso como para justificar tal despliegue de medios para una ofensiva de ese calibre.
A finales de junio de 1944 las costas italianas y francesas estaban defendidas por un sistema de fortificaciones sólo viable para protegerlas de incursiones de pequeños grupos de comandos. Había puestos defensivos testimoniales del Eje muy dispersos por las líneas de playas, apoyados por baterías costeras muy separadas entre sí y algunos elementos navales. Las reservas de segunda línea eran escasas o inexistentes, incapaces a todas luces de moverse con rapidez para frenar cualquier golpe de efecto aliado contra sus líneas de suministro.
Deserciones y partisanos
El despliegue en Liguria terminó el 7 de agosto y fue causa de muchas fricciones con los alemanes, lo cual fue una de las razones principales para el reemplazo del general Aldo Princivalle por el general Amilcare Farina al mando de la división.
Este último era conocido por sus aliados germanos como un buen comandante de unidades internacionales durante la Guerra Civil española y por su experiencia en Grecia, Francia e Italia de 1940 a 1943. A Farina no le resultó muy difícil conseguir que el frente a cubrir por la San Marco se redujese en 25 kms. y que la 34ª División de Infantería alemana fuese transferida a otro sector.
Farina pensaba que su división estaba en malas condiciones. Se encontró con oficiales incapaces de hacerse respetar por sus hombres, uniformes en mal estado, armas con poco o nulo mantenimiento y poca cohesión entre los regimientos de infantería y artillería.
Todos estos eran signos de una moral baja. Los maro' tenían los mismos problemas que los Alpini de la Monterosa (inactividad, indiferencia de los civiles, la propaganda aliada y ataques de partisanos), hasta el punto de que los índices de deserción empezaron a ser preocupantes. Tras visitar a la San Marco en septiembre, el general Ott, inspector de los grupos de entrenamiento alemanes en las divisiones de la RSI, escribió un informe con unos 1.400 casos de ausencias injustificadas (un 10% del total de la división) en el mes escaso que estuvo en Liguria. Este índice descendía al 2% en el caso de las unidades en primera línea del frente o con comandantes estrictos, pero se disparaba al 20% en el caso de regimientos de apoyo o en segunda línea. De acuerdo con Ott, la mayoría de los desertores eran estudiantes reclutados a la fuerza.
A diferencia de su colega al mando de la Monterosa, el general Carloni, Farina no fue capaz de obtener un traslado completo de la San Marco a primera línea y se vio obligado a amenazar con consejos de guerra y ejecuciones para volver a imponer el orden. Pero la situación no hizo más que empeorar. Durante 1945 las deserciones alcanzaron las 3.500; en cinco meses la San Marco perdió el 25% de sus hombres. En el caso de regimientos trabados en combate con unidades enemigas regulares, estos índices de deserción se volvían casi nulos.
Los partisanos eran el principal problema al que se enfrentaba la San Marco. Sus acciones eran casi siempre contra unidades auxiliares y pequeños grupos de militares de permiso. Las emboscadas y asesinatos se habían vuelto tan frecuentes que el mando de la división prohibió el desplazamiento de grupos de menos de tres soldados y se paralizó todo el tráfico rodado no militar desde el mediodía del sábado hasta la medianoche del domingo, periodo en el que toda la división se pondría en alerta de combate. Las pérdidas entre los guerrilleros fueron de unos 2.000 hombres.
La Línea Gótica
No toda la San Marco estaba estacionada en Liguria. En agosto de 1944 se envió a una unidad a Francia para combatir a los aliados cerca de Toulon, mientras que el II Batallón del 6º Regimiento y el III Batallón del 5º Regimiento fueron desplegados en la Línea Gótica para reforzar las defensas italo-germanas.
El II Batallón, conocido como el Batallón Uccelli por el apellido de su comandante, fue la primera unidad de la San Marco en entrar en combate en el frente del sur de Europa. Informados de la presencia de tropas de la República Social Italiana, los aliados decidieron ponerlas a prueba y el 16 de noviembre la 92ª División de Infantería de los Estados Unidos lanzó un ataque contra el frente defendido por la Monterosa y la San Marco, pero la noche del 18 de noviembre se había visto obligada a regresar a sus posiciones iniciales. Se realizó otro intento diez días después con gran despliegue de cortinas de humo lanzadas por la artillería, pero el resultado fue el mismo.
El Batallón Uccelli fue desplegado frente a los pueblos de Bargo y Gallicano, entre el Batallón Intra Alpini a su derecha y divisiones de infantería regular italiana a su izquierda, sufriendo el mismo destino que las unidades de la Monterosa Garfagnana hasta el 27 de abril de 1945.
El III Batallón "Blotto" llegó al frente el día de Nochebuena de 1944. En febrero de 1945 los ataques del enemigo se habían vuelto muy intensos: 40 baterías de artillería norteamericanas, ubicadas sobre las colinas de San Marcello Pistoiese, sometían a los maro' a bombardeos continuos. Contra ellas sólo había cuatro Marder alemanes que tenían que cambiar de posición sin cesar para evitar el fuego antitanque de respuesta de los americanos.
El terreno, de denso bosque y cubierto por casi un metro de nieve, no era adecuado para operaciones a gran escala y el III Batallón se limitaba a repeler a las patrullas enemigas. Así se mantuvo en su posición hasta el 24 de abril de 1945, cuando se le dio la orden de retirarse.
El batallón se desplazó del frente a Barigozzo, donde se combatía contra un gran número de fuerzas partisanas. Tras atravesar por la fuerza un bloqueo de los guerrilleros, su columna pudo llegar hasta Maranello, continuar hacia Reggio Emilia y finalmente detenerse en Parma, siempre bajo los ataques de los partisanos y la aviación aliada.
La retirada de Liguria
El 24 de abril de 1945 el general Farina recibió la orden de iniciar la Operación "Niebla Artificial", la retirada hacia la línea Ticino-Po. Tres días mas tarde, con una media de 30 a 35 kilómetros diarios, la San Marco llegó al río Po, lo cruzó y se detuvo en Mede.
Al día siguiente el general Farina, incapaz de establecer contacto por radio con Graziani, fue a Alessandria para verse con el almirante Girosi, representante del Gobierno Real. Éste le confirmó la rendición de Wolff y, con él, la de todas las unidades alemanas en Italia. Cualquier resistencia posterior sería inútil, por lo que la San Marco depuso las armas al amanecer del 29 de abril de 1945.
El 28 de noviembre de 1943 el general Aldo Princivalle se hizo con el mando de la San Marco en Grafenwohr, Alemania, donde había sido creada y entrenada. Llegaron varios contingentes adicionales desde Italia entre el 25 de marzo y el 5 de abril para completar sus filas, hasta un total estimado de 14.000 hombres.
Organización y equipo
Al igual que otras divisiones de la República Social Italiana, la San Marco quedó organizada en dos regimientos de infantería y uno de artillería, más varias unidades auxiliares de apoyo.
• Cuartel General de la división
Comandante: General Aldo Princivalle (de noviembre de 1943 a agosto de 1944), General Amilcare Farina (de agosto de 1944 a abril de 1945)
3er Batallón de Reconocimiento
3a Compañía Antitanque
3er Batallón de Ingenieros
3er Batallón de Señales
3er Batallón de Transporte
53er Batallón de Reemplazo
3a Sección de Policía Militar
• DVK 182
Deutsche Verbindungs Kommando, Unidad de Enlace Alemana
• 5º Regimiento de Infantería Naval
Compañía de Cuartel General
Columna Ligera
105ª Compañía de Cacciatori Carri (Cazacarros)
I, II y III Batallones de Infantería Naval
• 6º Regimiento de Infantería Naval
Compañía de Cuartel General
Columna Ligera
106ª Compañía de Cacciatori Carri (Cazacarros)
I, II y III Batallones de Infantería Naval
• 3er Regimiento de Artillería
1 grupo (batallón) con cañones 100/17 transportados por caballos.
3 grupos (batallones) con cañones de montaña 75/13 transportados por mulas.
La composición del batallón y su equipo eran los mismos, aunque se emplearon baterías de artillería naval pesada como apoyo a la San Marco durante su servicio en Liguria (cañones 149/19, 149/13 y 117). La principal diferencia era el III Batallón de Reconocimiento formado por comandos Arditi, en lugar de Bersaglieri como en las otras tres divisiones.
Como ya expliqué en el artículo sobre la Monterosa, a principios de julio de 1944 la concentración de buques y lanchas de desembarco aliadas en los puertos del sur de Italia y el norte de África causaba una gran preocupación entre los generales del Eje.
El gran número de tropas y recursos apuntaba a un más que posible desembarco en cualquier punto de la costa italiana, desde La Spezia a Savona, Niza, Toulon o Marsella. También se temía la posibilidad de un desembarco doble, uno principal y otro secundario como señuelo. Un hipotético avance aliado por la llanura de Padana desde la costa liguria, siguiendo el Ródano hacia Francia, era un objetivo lo bastante jugoso como para justificar tal despliegue de medios para una ofensiva de ese calibre.
A finales de junio de 1944 las costas italianas y francesas estaban defendidas por un sistema de fortificaciones sólo viable para protegerlas de incursiones de pequeños grupos de comandos. Había puestos defensivos testimoniales del Eje muy dispersos por las líneas de playas, apoyados por baterías costeras muy separadas entre sí y algunos elementos navales. Las reservas de segunda línea eran escasas o inexistentes, incapaces a todas luces de moverse con rapidez para frenar cualquier golpe de efecto aliado contra sus líneas de suministro.
La amenaza de un desembarco inminente obligó a los altos mandos italiano y alemán a reforzar las unidades en Liguria, tomándose la decisión de hacerlo con las divisiones de la RSI formadas en Alemania. Por su entrenamiento específico y su alto nivel de preparación se eligió a las divisiones Monterosa y San Marco. Esta última fue desplegada en el oeste de Liguria, que era considerado el lugar más probable para un supuesto desembarco. Este frente tenía unos 90 kms. de largo y por él pasaban cuatro vías férreas importantes. La carretera costera principal, la Aurelia, con su gran número de túneles y puentes, había sido objeto de intensos ataques desde 1942 (incluso con torpedos desde el mar).
El cometido de la Monterosa era sencillo: resistir y dar a las reservas tiempo necesario para repeler al enemigo de vuelta al mar. Su despliegue se realizó en dos líneas: cerca del mar, con la San Marco, y más hacia el interior donde se desarrollaría la auténtica resistencia apoyados por la 34ª División de Infantería alemana.
El despliegue de estas divisiones desde Alemania empezó en la segunda mitad de julio con el envío de 15 trenes, siguiendo de forma escalonada hasta que el bombardeo intensivo de la llanura de Padana detuvo en seco toda actividad ferroviaria. Los maro' de la San Marco tuvieron que completar su despliegue a pie.
El despliegue en Liguria terminó el 7 de agosto y fue causa de muchas fricciones con los alemanes, lo cual fue una de las razones principales para el reemplazo del general Aldo Princivalle por el general Amilcare Farina al mando de la división.
Este último era conocido por sus aliados germanos como un buen comandante de unidades internacionales durante la Guerra Civil española y por su experiencia en Grecia, Francia e Italia de 1940 a 1943. A Farina no le resultó muy difícil conseguir que el frente a cubrir por la San Marco se redujese en 25 kms. y que la 34ª División de Infantería alemana fuese transferida a otro sector.
Farina pensaba que su división estaba en malas condiciones. Se encontró con oficiales incapaces de hacerse respetar por sus hombres, uniformes en mal estado, armas con poco o nulo mantenimiento y poca cohesión entre los regimientos de infantería y artillería.
A diferencia de su colega al mando de la Monterosa, el general Carloni, Farina no fue capaz de obtener un traslado completo de la San Marco a primera línea y se vio obligado a amenazar con consejos de guerra y ejecuciones para volver a imponer el orden. Pero la situación no hizo más que empeorar. Durante 1945 las deserciones alcanzaron las 3.500; en cinco meses la San Marco perdió el 25% de sus hombres. En el caso de regimientos trabados en combate con unidades enemigas regulares, estos índices de deserción se volvían casi nulos.
Los partisanos eran el principal problema al que se enfrentaba la San Marco. Sus acciones eran casi siempre contra unidades auxiliares y pequeños grupos de militares de permiso. Las emboscadas y asesinatos se habían vuelto tan frecuentes que el mando de la división prohibió el desplazamiento de grupos de menos de tres soldados y se paralizó todo el tráfico rodado no militar desde el mediodía del sábado hasta la medianoche del domingo, periodo en el que toda la división se pondría en alerta de combate. Las pérdidas entre los guerrilleros fueron de unos 2.000 hombres.
No toda la San Marco estaba estacionada en Liguria. En agosto de 1944 se envió a una unidad a Francia para combatir a los aliados cerca de Toulon, mientras que el II Batallón del 6º Regimiento y el III Batallón del 5º Regimiento fueron desplegados en la Línea Gótica para reforzar las defensas italo-germanas.
El II Batallón, conocido como el Batallón Uccelli por el apellido de su comandante, fue la primera unidad de la San Marco en entrar en combate en el frente del sur de Europa. Informados de la presencia de tropas de la República Social Italiana, los aliados decidieron ponerlas a prueba y el 16 de noviembre la 92ª División de Infantería de los Estados Unidos lanzó un ataque contra el frente defendido por la Monterosa y la San Marco, pero la noche del 18 de noviembre se había visto obligada a regresar a sus posiciones iniciales. Se realizó otro intento diez días después con gran despliegue de cortinas de humo lanzadas por la artillería, pero el resultado fue el mismo.
El III Batallón "Blotto" llegó al frente el día de Nochebuena de 1944. En febrero de 1945 los ataques del enemigo se habían vuelto muy intensos: 40 baterías de artillería norteamericanas, ubicadas sobre las colinas de San Marcello Pistoiese, sometían a los maro' a bombardeos continuos. Contra ellas sólo había cuatro Marder alemanes que tenían que cambiar de posición sin cesar para evitar el fuego antitanque de respuesta de los americanos.
El terreno, de denso bosque y cubierto por casi un metro de nieve, no era adecuado para operaciones a gran escala y el III Batallón se limitaba a repeler a las patrullas enemigas. Así se mantuvo en su posición hasta el 24 de abril de 1945, cuando se le dio la orden de retirarse.
El batallón se desplazó del frente a Barigozzo, donde se combatía contra un gran número de fuerzas partisanas. Tras atravesar por la fuerza un bloqueo de los guerrilleros, su columna pudo llegar hasta Maranello, continuar hacia Reggio Emilia y finalmente detenerse en Parma, siempre bajo los ataques de los partisanos y la aviación aliada.
El 24 de abril de 1945 el general Farina recibió la orden de iniciar la Operación "Niebla Artificial", la retirada hacia la línea Ticino-Po. Tres días mas tarde, con una media de 30 a 35 kilómetros diarios, la San Marco llegó al río Po, lo cruzó y se detuvo en Mede.
Al día siguiente el general Farina, incapaz de establecer contacto por radio con Graziani, fue a Alessandria para verse con el almirante Girosi, representante del Gobierno Real. Éste le confirmó la rendición de Wolff y, con él, la de todas las unidades alemanas en Italia. Cualquier resistencia posterior sería inútil, por lo que la San Marco depuso las armas al amanecer del 29 de abril de 1945.
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