viernes, 21 de marzo de 2014

Artículo: Breve historia de Finlandia en la IIGM

Traducido con permiso expreso de FoW
Título original: A Brief History of Finland in WWII
Autor: Wayne Turner
Enlace original: www.flamesofwar.com
Traducción: Marcos García (Kushtar)


La Guerra de Invierno
El ejército finlandés se ganó la atención mundial en 1939 durante la famosa Guerra de Invierno o Talvisota, cuando se enfrentó a una invasión del ejército soviético de un millón de hombres. Esta ofensiva fue la consecuencia de unas conversaciones de paz fallidas ese mismo año, en las que Stalin exigió que Finlandia cediese territorios vitales, bases militares y minas. Frente al ingente ejército soviético, los defensores finlandeses lucharon como David contra Goliat durante cuatro meses.

Durante uno de los inviernos más duros vistos en el Círculo Ártico en más de cien años, los valientes defensores aprovecharon las temperaturas de –30º C a –40º C en provecho propio para detener y luego destruir a las columnas militares rusas.

Usaron con gran maestría los lagos y los espesos bosques de su patria para canalizar los ataques de un enemigo que los superaba ampliamente en número. Los finlandeses se ganaron entonces una reputación de guerreros capaces e impávidos, pero la ayuda aliada no llegó a tiempo para evitar la derrota.

Una segunda ofensiva soviética obligó a Finlandia a pedir la paz. Aún así, se dice que uno de los generales soviéticos llegó a decir: "Hemos conquistado apenas tierra suficiente para enterrar a nuestros muertos".


Paz inestable
Finlandia se había defendido con uñas y dientes y le había infligido al poderoso ejército soviético más de 250.000 bajas. Pero muchos finlandeses aún así se sentían despechados por el resultado de esta Guerra de Invierno y las duras condiciones impuestas por los soviéticos en la firma del tratado de paz. La pérdida de Viipuri y el territorio finlandés de Karelia hizo que unos 400.000 fineses se viesen desplazados de sus hogares ancestrales.

Las continuas intromisiones soviéticas en los asuntos internos fineses indicaban que a Stalin aún le quedaban ganas de apretar más las tuercas al país, y la postura de los aliados occidentales cada vez más cercanos a Moscú frente al expansionismo alemán hacía presagiar otra invasión a corto plazo. Durante los años 1940 y 1941 el ejército finlandés permaneció en alerta general y totalmente movilizado, preparado para una segunda invasión.


Con estos acontecimientos como telón de fondo Alemania empezó a cortejar al gobierno finlandés, ofreciéndoles armas modernas a cambio de derechos de paso para las tropas de la Wehrmacht a través de su territorio, para reforzar a su ejército en Noruega.

Sintiéndose sola y vulnerable, Finlandia se agarró a esta tabla de salvación con la esperanza de que la presencia de tropas alemanas disuadiese a los rusos de cualquier acción irresponsable.


La Guerra de Continuación
El 22 de junio de 1941 Alemania lanzó la Operación Barbarroja, la invasión de la Unión Soviética. En ella se incluían ataques lanzados desde suelo finlandés en un intento por capturar el vital puerto de Murmansk. Finlandia estaba al tanto de estas ofensivas y aprobó el uso de su territorio, pero no llegó a declarar la guerra a los soviéticos.

Este estado de paz parcial no duró mucho, hecho pedazos por el zumbido de los bombarderos soviéticos que buscaron venganza en las ciudades del norte de Finlandia.

El 25 de junio de 1941 el presidente finés Risto Ryti informó a su pueblo en un discurso desde el Parlamento de que se había declarado el estado de guerra entre Finlandia y la Unión Soviética, aunque Finlandia no llegó a firmar un tratado de alianza formal con Alemania. Para los fineses esta lucha pasó a ser conocida como la Guerra de Continuación, o Jatkosota, término que reflejaba su sentimiento de que no era más que una prolongación de la contienda por su supervivencia nacional. Gran Bretaña declaró la guerra a Finlandia, mientras que los Estados Unidos no, aunque sus tropas tomaron parte en acciones hostiles contra el ejército finlandés.


Operación Silberfuchs (Zorro Plateado)
El bautismo de fuego fue la Operación Silberfuchs, en el lejano norte, con el Cuerpo de Montaña alemán (integrado por la 2ª y 3ª Divisiones de Montaña). Llevaron a cabo un ataque con éxito para reconquistar las minas de níquel de Petsamo, aunque su empuje posterior hacia Murmansk fue frenado en el río Litsa por la defensa soviética y una línea de suministros demasiado extensa.

Más hacia el sur, en Salla, el 36º Cuerpo Alemán, consistente en la División SS Nord, la 69ª División, los 40º y 211º Batallones Panzer y la 6ª División Finlandesa, intentó cortar la vía férrea hacia Murmansk pero su avance no tardó en verse reducido a punto muerto.

Las tropas finesas seguían bajo mando patrio y la cooperación entre ambos ejércitos era pobre. La 3ª División Finlandesa atacó Kestenga pero no tardó en verse frenada también. No queriendo forzar su suerte con los aliados occidentales, el Alto Mando Finlandés emitió órdenes secretas para detener su ofensiva, que fue abandonada por completo en septiembre de 1941.


La ofensiva del istmo de Karelia
El 30 de junio de 1941 las fuerzas finesas veteranas de la Guerra de Invierno se lanzaron al ataque hacia el sur, avanzando con la intención de barrer a su antiguo enemigo del istmo de Karelia. Éste es una estrecha franja de tierra entre Leningrado y Finlandia, una posición defensiva y estratégica clave, que había estado en manos finlandesas antes de la Guerra de Invierno.

El istmo había sido escenario de intensos combates durante la guerra de 1939 y tres Cuerpos Finlandeses se lanzaron sobre él, formados por las Divisiones 2ª, 4ª, 8ª, 10ª, 12ª, 15ª y 18ª. La ofensiva en pinza había conseguido reconquistar Viipuri a finales de agosto, atrapando en Porlammi a tres divisiones soviéticas.

En diciembre de 1941 las fuerzas finesas habían reconquistado todo el istmo y se habían atrincherado en una nueva línea defensiva. Los alemanes querían que siguiesen avanzando para capturar Leningrado, pero el gobierno finés se negó.


La ofensiva de Karelia Oriental
En julio de 1941 el comandante finlandés, el mariscal Mannerheim, lanzó lo que sería la ofensiva de mayor éxito de Finlandia en toda la guerra: la operación para recuperar la rica zona agrícola de Karelia al este del lago Ladoga. En ella se vieron involucrados dos Cuerpos completos, que incluían las 1ª, 5ª, 6ª, 11ª y 14ª Divisiones finesas asi como la 163ª División alemana del Grupo Oivonen. La mayoría de los tanques capturados a los soviéticos fueron integrados en la 1ª Brigada Jääkäri para formar el Grupo Lagus, la futura División Panssari, e irían en punta del ataque.

La 5ª División logró con rapidez una ruptura del frente en Korpiselkä el 10 de julio. La ofensiva no tardó en reconquistar la ciudad finesa de Sortavala y siguió adelante, atrapando a dos divisiones completas soviéticas entre la población y el lago Ladoga. A finales de septiembre de 1941 ya había recuperado todo el territorio perdido por los finlandeses, pero el mariscal Mannerheim ordenó que sus hombres continuasen hasta hacerse con el control de toda la Karelia oriental soviética. El objetivo de esta operación era establecer una línea defensiva avanzada más corta y por lo tanto más fácil de mantener. En octubre las 4ª y 8ª Divisiones fueron transferidas desde el istmo de Karelia para reforzar la ofensiva. La punta de lanza giró hacia el sur y en tres días el Grupo Lagus llegó a una posición defensiva idónea a lo largo del río Syväri entre los lagos Ladoga y Onega.

Petroskoi, a orillas del lago Onega, cayó el 1 de octubre de 1941. El Día de la Independencia en Finlandia, el 6 de diciembre de 1941, todas las zonas perdidas en la Guerra de Invierno fueron declaradas oficialmente incorporadas de nuevo al país y los refugiados de la guerra de 1939 empezaron a repoblar lentamente sus antiguos hogares. El ejército finés había perdido 26.000 hombres para recuperar estas tierras.


Estrategia defensiva
Al no querer incurrir innecesariamente en la ira de los Estados Unidos, el mariscal Mannerheim y el presidente Ryti decidieron no ir más allá en su ofensiva hacia el mar Blanco, dejando el vital puerto mercante de Archangelsk en manos soviéticas, lo que aseguraba un flujo constante de material americano y británico para reforzar al Ejército Rojo. Los combates siguieron hasta enero de 1942 para eliminar las últimas bolsas de resistencia soviética, pero la línea del frente no se movió más. Se erigieron formidables líneas de defensa, fortificaciones y terraplenes por todo el istmo de Karelia, a lo largo del río Syväri entre los extremos meridionales de los lagos Ladoga y Onega, así como a lo ancho del istmo de Maaselkä al norte del lago Onega. La última línea defensiva, en el lejano norte, sería patrullada someramente por soldados en esquíes.

Con la guerra prolongándose más de lo esperado, el país empezó a sentir la escasez de mano de obra y muchos de los soldados de mayor edad fueron relevados del servicio activo, para volver a sus hogares y desempeñar tareas vitales en la patria como cultivar los campos o trabajar en la industria. Cinco divisiones fueron licenciadas y sólo quedaron soldados suficientes para vigilar las líneas defensivas.


Contraataques soviéticos
A principios de 1942 la Unión Soviética lanzó el primero de varios contraataques con varias divisiones y brigadas navales en la parte más oriental de la línea finesa, en el área de Kriv en el istmo de Maaselkä. La 3ª Brigada Finlandesa fue trasladada con rapidez desde sus posiciones en el istmo de Karelia para reforzar la línea, logrando repeler a los rusos con grandes bajas.

A principios de enero de 1942 el Ejército Rojo logró tomar la isla de Suursaari en el golfo de Finlandia. La Unidad de Combate P del mayor-general Aaro Pajarit lanzó un ataque sorpresa sobre el hielo para recuperarla en marzo, y con un fuerte apoyo de la Fuerza Aérea Finlandesa fue todo un éxito.

Los soviéticos intentaron en varias ocasiones a lo largo de enero establecer una cabeza de puente en la parte occidental del canal del mar Blanco, al norte del lago Onega, para recuperar las ciudades de Poventsa y Karhumäki. Se toparon con una intensa resistencia por parte de los veteranos fineses de la 1ª Brigada Jääkäri, que fueron capaces de repeler todas las intentonas con dos regimientos de fusileros y una brigada de soldados sobre esquíes. Los soviéticos sufrieron enormes bajas, lo que llevó a los crecidos finlandeses a bautizar la zona como Tapponiemi (cabo de la Matanza).


Las mayores ofensivas tuvieron lugar en abril de 1942. En el río Syväri tres Cuerpos soviéticos con grandes formaciones de tanques KV-1 lograron penetrar en las defensas. Pero un contraataque finés con cuatro divisiones, incluidas las 3ª y 6ª Panssari Komppania, los frenó en seco con un éxito rotundo. La punta de lanza soviética fue rodeada y aplastada. En junio de 1942 la línea defensiva en el río Syväri ya volvía a estar intacta. Mientras tanto en Kestenga, al norte, varias divisiones soviéticas atacaron al Cuerpo conjunto germano-finés, aunque hicieron pocos progresos en el agreste terreno y su ímpetu inicial se detuvo en poco tiempo.

Durante julio la batalla más intensa del istmo de Karelia fue por la posesión de Sevastopol, una base militar finlandesa en el sector defendido por el 7º Regimiento de Infantería. Ambos bandos sufrieron grandes bajas, pero los defensores se mantuvieron firmes. Parte de las operaciones soviéticas consistieron en la infiltración de una brigada de partisanos rusos tras las líneas finlandesas, aprovechando los densos bosques de la zona, pero en pocos días todos ellos habían sido capturados o muertos sin haber hecho gran cosa.


Tablas
Durante el resto de 1942 y 1943 no hubo operaciones a gran escala y la zona quedó sumida en una paz relativa. En el sur, desde el lago Onega hasta el istmo de Karelia ambos bandos adoptaron una estrategia de trincheras, pero en el norte la larga frontera, los bosques y la falta de carreteras se aliaban para hacer impracticable este sistema. Las fronteras tenían que ser patrulladas regularmente y se producían muchas escaramuzas de baja intensidad. Se realizaban operaciones de reconocimiento para capturar prisioneros en busca de información o para explorar las posiciones enemigas, además de llevarse a cabo pequeñas incursiones tácticas para capturar objetivos estratégicos concretos. Varias bases militares secundarias de la zona cambiaron de manos varias veces durante estos meses. Los ataques a la población civil causaron un amargo resentimiento entre los fineses, mientras patrullas de ambos países seguían poniendo a prueba las defensas rivales en el este de Karelia, donde las fortificaciones daban paso a extensas zonas agrestes de bosques y colinas.


Asegurar la paz
A medida que la guerra proseguía y la balanza se inclinaba en contra de Alemania, Finlandia buscó la paz por su cuenta. Sin embargo Stalin exigía una rendición incondicional, un precio que Finlandia no estaba dispuesta a pagar. Como resultado de estas negociaciones el apoyo alemán al país también se resintió y Hitler retiró tropas y suministros vitales.
    
En junio de 1944 los soviéticos iniciaron una ofensiva total con dos Ejércitos de Tanques de la Guardia, que aplastaron sin miramientos las defensas finlandesas en el istmo de Karelia.

El mariscal Mannerheim realizó una súplica personal a Hitler, que cedió y envió material antitanque muy necesitado a primera línea del combate. No obstante, el avance soviético continuó hasta que en los bosques al norte de Viipuri ambos ejércitos chocaron en la colosal batalla de Tali-Ihantala, la mayor jamás vista en suelo nórdico.

Tras una semana de intensos y sangrientos combates el avance soviético quedó frenado gracias a que las tropas finesas, que usaban el nuevo equipo de artillería, cañones de asalto y antitanques panzerfaust suministrados por los germanos. Otras batallas de gran intensidad en Viipurinlahti, Vuosalmi, Siiranmäki y Äyräpää también contribuyeron a detener el ímpetu soviético. Entonces el Ejército Rojo volvió su atención a Polonia y los Balcanes, dejando en segundo plano el frente finés, que se estabilizó. No obstante, Finlandia ya estaba cansada de la guerra y Stalin necesitaba esas tropas para otros frentes, por lo que al final accedió a negociar la paz.

La guerra con la Unión Soviética había terminado. Finlandia había asegurado su independencia.

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