Moldes instantáneos

Hace unos días, uno de nuestros socios descubrió en Internet la nueva maravilla del modelismo: Instant Mold (Molde instantáneo). ¿Cuántas veces hemos estado trabajando en una miniatura, un vehículo o un grupo de figuras, y nos hemos dado cuenta de que nos falta un arma, un torso, un escudo o una rueda? Resulta bastante frustrante tener que parar el trabajo solamente porque no tenemos una pequeña pieza para poder terminar la obra y pasar al pintado.

Pues con los moldes instantáneos, eso se acabó. Se trata de unas barras de silicona blanda, que se funden metiéndolas en agua caliente para formar una pasta similar a la plastilina. Después de eso, no hay más que apretar firmemente la pieza que deseemos copiar contra dicha pasta, procurando que se ajuste bien, hasta que se enfríe y vuelva a solidificarse. Retiramos la pieza y ya tenemos un molde perfecto para usar: no hay más que rellenarlo con algún tipo de masilla de modelismo (masilla verde, Kneadatite, putty...) para empezar a realizar copias. Eso sí, hay que tener cuidado de no emplear materiales que emitan calor al reaccionar o solidificarse, ya que eso podría deformar el molde. Una vez terminado, si queremos volver a usarlo para otra cosa, no hay más que sumergirlo de nuevo en agua caliente ¡y listo para volver a empezar!

Desde luego, es toda una revolución para el modelista: fácil, limpio, rápido y, teniendo en cuenta el rendimiento que se le puede sacar, una inversión realmente barata. Un blister de Instant Mold con cuatro barritas de silicona ronda los 12-15 euros de precio (dependiendo de la tienda donde se compre y los gastos de envío aplicables).